martes, 15 de agosto de 2017

Cinco quillotanos: párrafos marcados



Cuando leemos un texto, siempre subrayamos las líneas de o sobre quillotanos destacados que pueden despertar o acrecentar el interés por ellos. En la siguiente nota recordamos a dos muy conocidos y tres desconocidos para la mayoría de los lectores.

Zorobabel Rodríguez, neoliberal

El historiador Gonzalo Vial lo cita apropósito de los problemas sociales: “mientras haya violencia o fraude, lo mejor que los gobiernos pueden hacer, lo que deben hacer para mantenerse en el terreno de lo que le es propio es: ponerse al balcón y dejar pasar”. O sea, el absoluto laissez faire. Rodríguez fue discípulo del economista francés Jean Gustave Courcelle-Seneuil.

        Los siguientes personajes fueron tripulantes de la corbeta Esmeralda: el primero falleció en el Combate Naval de Iquique y el segundo sobrevivió.

         Tomás Ruedas

Citamos al erudito autor Rodrigo Fuenzalida B.: “hay una carta del despensero Tomás Ruedas a una tía en Quillota, escrita tres días antes del combate, en que dice: - «Yo acá quedo, a Dios gracias, bueno, esperando sólo por momentos la escuadra peruana.» Esa carta fue despachada en solicitud de una ayuda para dos hermanas suyas que quedaban con su tía, desvalidas. Decía, asimismo, «que nuestra bandera querida se bate por todos los puertos bolivianos y peruanos.»… (En un artículo de nuestro libro [1989] recordamos a Ruedas, citando el libro “El roto chileno” del historiador Roberto Hernández.)

El periodista calerano que firmara como Leo buscó, infructuosamente, familiares de nuestro personaje.

         El teniente contador Goñi

El investigador quillotano Pablo Montero, en una nota de su primer libro, basándose en el periódico El Quillotano, consigna: “Juan Oscar Goñi, nació en Quillota, siendo sus padres Juan de Dios Goñi y doña Rafaela Álvarez de Araya; se casó con doña Edelmira Urquiza. La indiscutida calidad de héroe era demostrada por la población de Quillota en cada desfile del 21 de mayo y los saludos recibidos en su casa habitación de calle Freire N°211, domicilio donde permaneció hasta fallecer el 27 de noviembre de 1919”.

Goñi fue regidor, alcalde y presidente del Centro Conservador Caros Walker Martínez.

El “lado B” de Herboso

Gonzalo Vial anota lo que sigue sobre la amistad de Francisco J. Herboso con el presidente Federico Errázuriz Echaurren: “Un amigo predilecto, el diputado balmacedista Herboso, «simpático vividor» (según Rivas) -quien, cierta vez, en una parranda presidencial y celebrándose un nuevo puesto suyo, fuera bautizado con champaña vertida desde un zapato femenino-, era el «nuevo nidalero» y el «ministro crisero», porque Errázuriz lo ponía en todos los gabinetes, y lo utilizaba para provocar renuncias colectivas y derribarnos”.

Errázuriz Echaurren gobernó entre 1896 y 1901.

         El liceano Horacio Hevia

Yo no presencié el desfile de la milicia republicana. En ese balcón de la Moneda había otro ministro del Interior, el señor Alfredo Piwonka. Yo renuncié el día anterior –el 6 de marzo de 1933-, cuando el intendente de Santiago, Julio Bustamante, me visitó la mañana de ese día para comunicarme que el presidente Arturo Alessandri le había dicho que autorizaría el desfile de la Milicia Republicana frente a la Moneda”.

Así contestó Horacio Hevia Labbé (Quillota, 1878 – Santiago, 1970) a una de olas preguntas de Wilfredo Mayorga, fiel a sus principios, sobre el movimiento de ultraderecha Milicia Republicana. Él había sido un férreo opositor al gobierno autoritario de Carlos Ibáñez.

Hevia, a los 12 años, fue uno de los primeros alumnos del Liceo de Hombres de Quillota –actual liceo Santiago Escuti Orrego-, fundado el 2 de enero de 1890.
Don Horacio se tituló de abogado en 1902 y fue ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago.



Bibliografía

Historia de Chile (1981)

Vida de Arturo Prat (1974)

La sociabilidad de Quillota entre 1870 y 1930 (2011)

La historia que falta (1990).