Cuando leemos un texto,
siempre subrayamos las líneas de o sobre quillotanos destacados que pueden
despertar o acrecentar el interés por ellos. En la siguiente nota recordamos a
dos muy conocidos y tres desconocidos para la mayoría de los lectores.
Zorobabel Rodríguez, neoliberal
El historiador Gonzalo
Vial lo cita apropósito de los problemas sociales: “mientras haya violencia o fraude, lo mejor que los gobiernos pueden
hacer, lo que deben hacer para mantenerse en el terreno de lo que le es propio
es: ponerse al balcón y dejar pasar”. O sea, el absoluto laissez faire. Rodríguez fue discípulo
del economista francés Jean Gustave Courcelle-Seneuil.
Los siguientes personajes fueron tripulantes de la corbeta Esmeralda: el primero falleció en el
Combate Naval de Iquique y el segundo sobrevivió.
Tomás Ruedas
Citamos al erudito autor
Rodrigo Fuenzalida B.: “hay una carta del
despensero Tomás Ruedas a una tía en Quillota, escrita tres días antes del
combate, en que dice: - «Yo acá quedo, a Dios gracias, bueno, esperando sólo
por momentos la escuadra peruana.» Esa carta fue despachada en solicitud de una
ayuda para dos hermanas suyas que quedaban con su tía, desvalidas. Decía,
asimismo, «que nuestra bandera querida se bate por todos los puertos bolivianos
y peruanos.»… (En un artículo de nuestro libro [1989] recordamos a Ruedas,
citando el libro “El roto chileno” del historiador Roberto Hernández.)
El periodista calerano que
firmara como Leo buscó,
infructuosamente, familiares de nuestro personaje.
El teniente contador Goñi
El investigador quillotano
Pablo Montero, en una nota de su primer libro, basándose en el periódico El Quillotano, consigna: “Juan Oscar Goñi, nació en Quillota, siendo
sus padres Juan de Dios Goñi y doña Rafaela Álvarez de Araya; se casó con doña
Edelmira Urquiza. La indiscutida calidad de héroe era demostrada por la
población de Quillota en cada desfile del 21 de mayo y los saludos recibidos en
su casa habitación de calle Freire N°211, domicilio donde permaneció hasta
fallecer el 27 de noviembre de 1919”.
Goñi fue regidor, alcalde
y presidente del Centro Conservador Caros
Walker Martínez.
El “lado B” de Herboso
Gonzalo Vial anota lo que
sigue sobre la amistad de Francisco J. Herboso con el presidente Federico
Errázuriz Echaurren: “Un amigo
predilecto, el diputado balmacedista Herboso, «simpático vividor» (según Rivas)
-quien, cierta vez, en una parranda presidencial y celebrándose un nuevo puesto
suyo, fuera bautizado con champaña vertida desde un zapato femenino-, era el
«nuevo nidalero» y el «ministro crisero», porque Errázuriz lo ponía en todos
los gabinetes, y lo utilizaba para provocar renuncias colectivas y derribarnos”.
Errázuriz Echaurren
gobernó entre 1896 y 1901.
El liceano Horacio Hevia
“Yo no presencié el desfile de la milicia republicana. En ese balcón de
la Moneda había otro ministro del Interior, el señor Alfredo Piwonka. Yo
renuncié el día anterior –el 6 de marzo de 1933-, cuando el intendente de
Santiago, Julio Bustamante, me visitó la mañana de ese día para comunicarme que
el presidente Arturo Alessandri le había dicho que autorizaría el desfile de la
Milicia Republicana frente a la Moneda”.
Así contestó Horacio Hevia
Labbé (Quillota, 1878 – Santiago, 1970) a una de olas preguntas de Wilfredo
Mayorga, fiel a sus principios, sobre el movimiento de ultraderecha Milicia Republicana. Él había sido un
férreo opositor al gobierno autoritario de Carlos Ibáñez.
Hevia, a los 12 años, fue
uno de los primeros alumnos del Liceo de Hombres de Quillota –actual liceo
Santiago Escuti Orrego-, fundado el 2 de enero de 1890.
Don Horacio se tituló de
abogado en 1902 y fue ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago.
Bibliografía
Historia
de Chile (1981)
Vida
de Arturo Prat (1974)
La
sociabilidad de Quillota entre 1870 y 1930 (2011)
La
historia que falta (1990).