A
quienes nos gusta el buen canto y la música en general, recibimos con agrado la
noticia que tendríamos en Quillota a Miguel Ángel Pellao, el Tenor Pehuenche.
Chile
no ha sido muy generoso en la producción de buenos cantantes líricos, que se hayan
destacado en el ámbito internacional… Uno de los más grandes fue el chillanejo Ramón
Vinay, que despertó la admiración internacional por su gran interpretación de Otelo,
de Verdi y que ha sido el único cantante que ha podido realizar los papeles de Otelo,
como tenor y posteriormente el de Yago, como barítono. Entre las damas, también
tenemos una gran mezzosoprano destacada: Victoria Vergara, que se hizo famosa cantando
la ópera Carmen junto a celebridades como Plácido Domingo o Luciano Pavarotti…
Pero eso sería lo más destacado y de repente aparece este tenor pehuenche que
nos cautiva con su voz.
No
estoy diciendo que este cantante haya alcanzado esos niveles, no… pero que tiene
las condiciones para lograrlo, si. Yo me enteré por las llamadas Redes Sociales
e intenté difundir la noticia con gente amiga afines a la música y varios me
dijeron que no sabían nada al respecto… poca información, pensé y si sumamos
que la entrada es gratuita, creí que tendríamos poco público y partí pensando
en llegar unos cinco o diez minutos antes del concierto programado para las
19.00 horas en el Centro Cultural de Quillota.
Grande
fue mi sorpresa al observar que una larga fila de gente esperaba su turno para
ingresar. Y las sorpresas continuaron, porque varias personas portaban un ticket
y quienes no lo teníamos, tuvimos que esperar largos minutos para poder entrar.
Yo quiero hablar sobre el concierto de Miguel Ángel Pellao, que es el tema de fondo,
pero me he detenido en estas circunstancias, porque en ocasiones, una buena
idea se puede malograr por algunos detalles que no se tomaron en consideración.
Permítanme
presentar una experiencia personal. Hace algunos años y siendo presidente del
Grupo de Amigos de la Biblioteca Municipal
de La Calera ,
dado que trabajaba en dicha ciudad y soy amigos de los libros, como entidad de
tipo cultural organizábamos variadas actividades, a fin de atraer a la gente en
general y a los jóvenes en particular, al mundo del arte y la cultura.
Generalmente
teníamos éxito, porque sin contar en esos tiempos con la ayuda que hoy nos dan
las Redes Sociales y sin tener acceso a los medios de comunicación de masas, la
gente llegaba. ¿Cómo lo hacíamos?... Contábamos con un listado de personas que
le llamábamos Agentes Culturales. En el fondo eran líderes de comunidades o de
grupos relacionados con el arte y la cultura… Entonces, si organizábamos una
feria del libro, o traíamos un escritor o poeta conocido, los primeros en
saberlo eran nuestros agentes culturales y el acto programado contaba con buena
asistencia. No dudo que para la presentación del sábado pasado hubo buena
difusión, la asistencia al espectáculo lo demuestra, pero aun así, mucha gente
no se enteró y ha tenido que lamentar el habérselo perdido. Además, el hecho
que algunas personas llegaron con un ticket y muchos otros llegamos sin nada,
nos da cuenta que hubo una falla en la información que de alguna manera nos
perjudicó.
Termino
este preámbulo y entro de lleno al espectáculo. Debo partir por lo obvio: el
hecho de traer en forma gratuita un artista de calidad. Desgraciadamente en
nuestro país, el arte es caro y muy rara vez en las ciudades alejadas de la
capital, tenemos la oportunidad de disfrutar este tipo de actos. No quiero
dejar pasar también la calidad de la sala de nuestro Centro Cultural: amplia,
moderna y cómoda. Un orgullo para Quillota.
A
Miguel Ángel Pellao lo había escuchado por la radio. Mi emisora favorita es la
de la Universidad
Federico Santa María, que ha presentado en alguna oportunidad
grabaciones de este tenor que no conocía y que llamó mi atención, por la
calidad y la potencia de su voz. Y con sólo este pequeño antecedente llegué a
su concierto del sábado.
La
primera parte estuvo acompañado por la orquesta municipal de Quilpué, un grupo
orquestal muy profesional, equilibrado, de buen sonido y afinación. Estuvo dedicado
a la música tradicional chilena, con temas como “La exiliada del sur”, “El
cautivo de Til Til” y otras canciones que tienen más de cincuenta años de
vigencia, pero que aún están en el oído de todos.
No
es lo mismo escuchar una grabación que ver a un cantante en directo y debo confesar
que cuando escuché a Miguel Ángel Pellao por radio, alabé la potencia y calidad
de su voz, pero también pensé que en una grabación esas cualidades se pueden
manipular y presentarlas de una mejor manera… Estaba equivocado: el Tenor
Pehuenche dispone de una calidad de voz, que es poco común en la lírica
nacional y además su potencia y su buena técnica, contribuyen a escuchar un
sonido claro, de calidad, afinado y al ritmo justo. Agreguemos a estas
virtudes, buen gusto en la elección de las canciones, mucha simpatía y empatía
con el público.
Lo
único que le podríamos reprochar, es no haberle escuchado algún tema de los “clásicos”
del repertorio de un tenor, como el Brindis de la Traviata o Nessun dorma,
de Turandot, que estoy seguro que lo hubiera hecho muy bien, pero que en ningún
caso opacó su presentación, que espero que en una próxima visita, ojala pronto,
Miguel Ángel Pellao, el Tenor Pehuenche, nos muestre con toda su simpatía y
calidad personal.
Aldo Zúñiga Alfaro