domingo, 26 de julio de 2020

Otra novela ambientada en Quillota




En notas anteriores nos hemos referido a novelas ambientadas total o parcialmente en nuestra ciudad, de los escritores Zorobabel Rodríguez, Lautaro Yankas y Eugenio Matus. Pero ignorábamos que el profesor normalista, gremialista y novelista Carlos Sepúlveda Leyton (Santiago, 1895 – San Javier, 1942) era autor de una obra de la mencionada característica.

El año 2013 el sello “Sangría Editora” publicó un volumen de 813 páginas titulado “Trilogía Normalista”,  gracias a la iniciativa de la joven académica Belén Fernández Llanos, que contiene las tres novelas del maestro: “Hijuna…” (1934), “La Fábrica” (1935) y “Camarada” (1938), ambientada en Quillota:


La ciudad es amplia, cuadrada, tirada a lienza. Y es amable y fresca la caricia del sol; los árboles, de fronda esponjada, se espacian correctamente en formación de revista a lo largo de todas las calles. La ciudad entera es un verde quitasol de seda, delicado y generoso. Carritos de ‘sangre’ dan prestancia colonial al conjunto. El mayoral, aplastado bajo la "chupalla” enorme, caída en los hombros, tira de las riendas y se aferra a la palanca; retuerce frenéticamente el brazo de hierro, y el carro se estremece todo, y tropiezan las ruedas, y la sacudida rebota en la cabeza de los pasajeros. Bruscamente se detiene el mundo y se queda dormido. Los caballejos escriben un monumento de filosofía. De repente, el timbre golpetea la cabeza del mayoral, y el hombre se sobresalta, y levanta la huasca, y grita una palabra  sin asunto: —¡Epa!

Juan de Dios camina perezosamente. Un papel amarillento le hace señas desde la otra acera. Obedece. Se acerca a la ventana y trata de leer: —¡Qué tonto!—sonríe.

El papel no dice nada.

Camina y observa. Hombres desenvueltos. Mujeres hermosas. —¡Qué raza de mujeres! Pero he de encontrar una mujer fea de veras.

Alarga el paso tras una muchacha. —Yo quiero ver una mujer fea en este pueblo; pueda ser.

Una mujer fea para descansar la vista…


El protagonista de los tres textos es Juan de Dios, alter ego del autor, niño, adolescente y adulto, respectivamente.

El volumen fue comentado por el reconocido crítico Camilo Marks y la impulsora, en una entrevista señaló: “Encuentro que sus novelas son de una belleza y una crítica muy profundas”.

En la publicación “Paulo Freire. Revista de Pedagogía Crítica” (2018) aparece un artículo, de 20 páginas, escrito por Belén Fernández donde analiza las novelas de nuestro autor, empezando por “Hijuna…” ambientada en un conventillo y una escuela del barrio Matadero, hoy Franklin, sector originario del literato.

Leamos, ahora, lo que afirma la experta sobre el penúltimo y último trabajos:

“El libro ‘La Fábrica’, desde su título, muestra una postura crítica e irónica ante la Escuela Normal de principios del siglo XX. Es una fábrica pues produce de manera masiva, estandarizada y replicable, normalistas iguales y eficientes”

“El tema central de ‘Camarada’, es el ejercicio como docente de Juan de Dios en escuelas primarias de Quillota, así como su participación en el movimiento de profesores de los años 20. La obra relata vivencias urbanas, familiares y gremiales del personaje, a quien tal como Sepúlveda Leyton se involucró en la AGP (Asociación General de Profesores) hacia fines de 1922, siendo uno de sus fundadores.

“El desenlace del personaje Juan de Dios y del escritor Carlos Sepúlveda fue el mismo: la cárcel, la persecución política y la exoneración”.




Profesores integrantes de la AGP, entre ellos, sentado primero de derecha a izquierda, mi padre Alberto Antonio Poblete Gallegos.


Sepúlveda fue expulsado del magisterio el 01 de julio de 1925 junto a otro gran maestro César Godoy Urrutia y otros cinco colegas. Ejercía en una escuela quillotana. Aquí conoció al joven Luis Enrique Délano.

Vivió en otras ciudades: Valparaíso, Chillán, Rengo, Peumo, Linares y San Javier; publicó un solo cuento y dejó una novela inédita, “Una Hora”.

Su amigo César Godoy le dedicó un capítulo de un libro (1966) donde, pensando en el novelista social, el gremio y en el país, citó al filósofo Nietzche: “Ya llegará, rengueando, la hora de la justicia”.


Augusto E. Poblete Solar