Para mejor comprensión de la nota anterior El asesinato de Portales según un quillotano transcribimos el texto original completo (1)
(se
ha respetado la redacción y la grafía original)
El capitan de mi compañía que lo era don Raimundo
Carballo, era abilitado del Regimiento, marchó con el que suscribe á Valparaíso
a tráer el haber del cuerpo, que según se me dijo eran 27.000 pesos; esto
sucedió el 25 de mayo del mísmo
año. Marchamos de vuelta el 28, con un
piquete del mismo cuerpo que venía de Nueva Olanda de dejar desterrado al padre
de la patría y padre de los Liberales, el capitan general de Chile señor Don Ramon
Freíres,cuya fuerza la mandaba el teniente Guarda, que murió de capitan en el
Perú, en el pueblo de Chequían, lo acompañaba un sargento Pizarro, que murió de
sargento mayor en San Bernardo departamento de Santiago.
El 2 de junio del mismo año llegó á esta ciudad el
Ministro dela guerra don Diego Portales, habiéndose alojado en la casa de Don
Buena Ventura Uyoa, al costado poniente de la plaza, pared por medio con la del
gobernador que había en ese tiempo, Don José Agustín Moran. Tan pronto como llegó el ministro dió orden al
coronel Bidaurre que venía a revisar el canton delos cuerpos existentes en este
departamento; cuya revista debia pasar el Ministro al Regimiento Maípo, que
estaba acuartelado en la Plaza
al oriente; casa de ejercicios y Convento de Sto. Dogo., y el de Cazadores de Acaballo,
acuartelado en elConvto. de S. Franco., la misma orden se dió alos cuerpos, y que
mandasen vuscar su ropa para el dia siguiente, y al mismo tiempo que el
Ministro tenía deseos, como se encontraba el tiro al blanco, esto lo dijo
verbal el Coronel ala tropa. El día 3 de
junio, el Ministro anduvo con el coronel inspeccionando los cuarteles por la
mañana, y recuerdo que en uno de los cuarteles que era el Convento de Santo
Domingo se adelantó el Coroneldel lado del Ministro, i tan pronto como se
alejaba le dijo “Córonel deme su fuego” y prendiendo su cigarro marcharon
juntos y se despidieron en la puerta.
Ala una de ese mismo día se tocó a tropa, i salió el Regimiento ala Plaza
de Armas formados de dos en fondo. El
número de estos era de mil cuatrocientos mas o menos, habiéndose anunciado
cuatro compañías que fueron carabineros del primero y segundo y bolteadores del
primero y segundo. En esta formacion
estaba el Regimiento rodeando toda la plaza, cuando apareció el Ministro con
todo su acompañamiento; tan pronto como lo vió el Coronel dió la voz de mando,
que pusieran al hombro la armas, (Yo que pertenecía ala tercera Compañía de
Segundo Batallon) llegó el Ministro contodo su sequito, incluso su Secretario que lo era el Señor Cábada; habrían
como 25 o 30 metros
frente ala casa dela Señora Juana Araya (al costado del teatro al sur de la
plasa), donde paró el Ministro. En esos
momentos se notó un gran altercado que tenian el Coronel con el Ministro, pero
ví á una pequeña seña que hizo el Coronel la Compañía de bolteadores
del segundo (mandado por su Capitán don Narciso Carballo), terciaron sus armas
y desfiló apaso de trote con dirección donde se encontraba el Ministro con
todos sus acompañados, y círculandolos atodos, el Coronel ala vez ordenó las
que habian de marchar presos (Don Agustín Moran Gobernador, don Pedro Mena, Don
Manuel García, Coronel Necochea i otros), i señalando al Ministro dijo: “ponganle
inmediatamente a este picaro una varra de grillos” i marcharon con todos los
presos á la Cálle
de Maipú, que es ahora, (media cuadra dela plaza al Oriente) en el cuartel que
había en ese tiempo, (número ahorá 24) nombrando de guardia al Capitán Arrizaga
con su Compañía de Carabineros del primero.
Tan pronto como llegó el Ministro al Cuartel se le remachó una gruesa
barra de grillos permaneciendo con éllos hasta el día en que murió fusilado.
El regimiento permaneció formado, i la Compañía de Carabineros
del segundo partió marchando por la cálle de O’Higgins que es ahora dos cuadras
al norte doblando ala calle Arturo Prat y llegando ala de Freire, colocándose
tras de la torre de San Franco, cerca del cuartel de Cazadores aCaballo. La Compañía de volteadores del primero tomó la
dirección dela cálle de Concepción que es ahora,hasta llegar ala Cañada,donde
está el ferro carril ahora. Es de
advertir que el convento de San Francisco tenía como dos cuadras de fondo, en
las cuales habia un potrerillo con paredes bájas por donde penetró toda la Compañía de volteadores
cerca dela estación del Ferrocarril actual.
El Regimiento de Cazadores aCaballo,que tenía orden por el Comandante de
Armas que lo era el Coronel Bidaurre para no salir desus cuadras,ni tomar arma
alguna,hasta no efectuarse la revista,y los oficiales que estuviesen reunidos
en su mayoría;puestos de los volteadores en el potrerillo marcharon sobre el
cuartel que ocupaban los Cazadores, y los Carabineros que estaban tras dela
Torre y al paso de tróte se fueron ala puerta del cuartel y atropellando la
guardia pusieron centinela, tanto en la mayoría como en la cuadras,y yá dueños
los Carabineros y Volteadores del cuartel impusieron ala tropa que no se movía
nadie desus cuadras hasta no llegara el Coronel Vidaurre. Llegado éste,nombró de Comandante del
Regimiento de Cazadores aCaballo a un Capitán Vergara del mismo Regimiento.
Vuelto ala plaza el Coronel hizo desfilar el
Regimiento Maipo y lo izo dentral al cuartel.
Para provocar el odio de la tropa contra el Ministro leyó unas cartas
que sacó del bocillo que le escribía al Ministro de Santiago ablando de palabra
antes de leerle al Regimiento i diciendole yó los e tratado mal para que bean
lo que dice este pícaro i lelló: le
mandado esa partida de recruta que son los dañinos de la república i le encargo
que en la Ordenanza
militar esté sobre ellos como igualmente el pálo que no se desprenda del lomo
de estos: sorbrado motivo para que todo el Regimiento tómase odio contra el
Ministro.
En ésta disposicion estaba el Regimiento,cuando
ordenó el Coronel que se sacaran 400 hombres delos más veteranos para que éstos
márchasen a Valparaíso con la orden dellegar al Báron sin dispara un tiro. Tan pronto como avistaron ese lugar la Caballería é Infantería
de Valparaíso que marchó esta última ala grúpa,se puso en persecución delos 400
del Maipo i los persiguió hasta mas acá de alto de Reñaca. El día cuatro de junio marchó todo el
Ejercito como alas ocho de la mañana con dirección á Valparaíso llevando
consigo al Ministro y demas presos,poniéndole una Compañía de Custodia.(Es de advertir
que el Ministro Portales hiva en Virlocho con su secretario el Señor Cábada) y
los demás reos acaballo. Llegando alos
Patillos dela Hacienda de San Pedro,ordenó el Jefe dela Compañía que custodiava
los reos,que era el Teniente Don José Ma Silva Chávez,que tomasen el camino que
hay hácia el cerro,para dejar libre el camino real al Ejercito,marchando el
Ministro con su custodia por la cima delos cerros. Por el mismo Teniente Silva Chaves me contó
en reserva que el Ministro lo llamó asu Virlocho en su descanso que tuvo la
tropa, y le dijo: “lo he llamado Teniente para que si es hombre de guardarme
secreto: contestandole el Teniente que si lo guardaría ala contestación,dijo el
Ministro: “Ud está en actitud de salvarme,y si lo hace, lo hágo lo que Ud quera
de la República. La contestación del
Teniente fué muy franca en éstos términos: “Señor Ministro,soy un pobre
subalterno y no puedo contrariar las ordenes de mi superior, con respecto ala
reserva estoy seguro la guardaré”.
Toda la fuerza de Caballería é Infanteria llegó de
noche al punto llamado Torquemada, donde se reunió la fuerza que había marchado
á Valparaíso i la custodia del Ministro.
El Regimiento por donde veía pasar al Ministro decían en voz alta
“cuando fusilarán a este bribon”. Al día
siguiente cinco del mismo mes emprendió lamarcha todo el Ejercito hacia
Valparaíso; pero le dieron aviso al Coronel que venía una fuerza de Santiago, y
mandó la Caballería
aque la atajáse a la bajada dela cuesta de Zapata, quedando nosotros con veinte
y dos hombres de Caballería. Llegados a
la 1.a hermana del Camino real de Valpso. encontramos una abanzada del Batallon
Valdivia que defendía aquel paso y preguntando éstos, (quien vive) se le
respondió “Maipo”.
El capitán Arrizaga hiba de descuvierta con su Compañia
de Carabineros del primero; la abanzada
que había de parte de los del Valparaíso hizo fuego sobre la descuvierta y se
fueron dispersandose.
Los Carabineros se dispersaron por todas
direcciones de ese lugar y haciendo fuego, delo que resultó que hirieron de
muerte a su capitán, dejando de existir éste mui luego. El Capitán demi Compañía Señor Raimundo
Cárballo dijo: al ver muerto al Capitán Arrizaga: “por la cabeza viene el
mobimiento”. Esto sería como alas diez
u once de la noche. Llegamos a un punto
donde llaman los pláceres ahora, y hicimos alto sin saber en que lugar se
encontraba el enemigo, mandando al que suscribe con ocho soldados ahacer la descuvierta
y bajo las ordenes de mi Subteniente Aguírres: Marchamos por todo el camino que
llaman rodeo de Lillo no encontrando ningún enemigo, deloque dimos cuenta al
Coronel y nos contestó “vuelvan Udes. a descubrir alos enemigos por otra parte
, y nos dirijimos ala Quebrada que llaman Cabritiría y subiendo porla parte
opuesta hacia el lado del puerto descubrimos al enemigo, haciendonos una
descarga cerrada al ruido que metíamos por los
matorrales, volvimos donde el Coronel y le dijimos que estaba descuvierto
el enemigo y que mucho mejor sería marchar todo el Regimiento por el ródeo de
Lillo, y nos contestó que pasaríamos sobre ellos i nos retiramos. El Ministro Portales estaba custodiado
entonces por la segunda compañia del
primero, quela mandaba el Capitán Diaz elmozo que así lo llamaban en ese
tiempo.- porq había otro del mismo grado y nombre dela 2ª del segundo.
Alas dos otres dela mañana llegó el Capitan Florin
y le dijo al Capitan Dias, “tengo orden del Coronel para q me entregue la
guardia. El Capitan Dias lo efectuó en
el acto retirandose para el Regimiento.
Tan pronto como se recibió Florin dijo al Ministro, “bájese Ud. del
virlocho y Ud. tambien señalandole al Secretario Cábada” alos demás reos les
dijo: Uds. pueden retirarse donde quieran, entre ellos recuerdo que hiva el
Córonel Necochea. El Ministro dentro del
Birlocho dijo al Capitan “déme un soldado para bajar pues no puedo por estos
grillos”. Flórin le constetó “yo lo bajaré y dándole la mano al Ministro le dió
una tirada que lo hizo bajar del virlocho.
El Secretario Cábada bajó por sus pies, pues no
tenía grillos. En esta posición estaban los dos cuando Florín les dijo “résen
un acto de contricion por que van a morir, preguntándole al Ministro tiene Ud.
pañuelo para q se vende la vista. Cábada al oir esta sentencia le dijo “y yo
por que voy a morir”, que culpa tengo” y dicho ésto rompió la fila corriendo
para el lado del mar. Florin salió en su
persecución y un soldado que recuerdo perfectamente (Antonio Cornejo) éste era
su nombre, dijo a su Capitán hágase un lado señor y tirando el fucil ala cara
hizo fuego sobre el secretario Cábada dándole el balazo en el cérebro como a
distancia de una cuadra más omenos donde quedó muerto. El Ministro tenía la vista yá vendada ala
vuelta de la persecusion del secretario, i el Sargento Espinosa primero dela
compañia le hizo tirar al Ministro, cuando llega Florin al cuadro de soldados,
y les dijo: “no hai que tirar mas: pásenlo a balloneta y todos los soldados tan
encarnizados con el Ministro parecía que el que no metía su bayoneta en el
cuerpo del Ministro, quedaba descontento.
Segun recuerdo y tuve noticias positivas, un cabo Verdugo dela Compañía
que custodiava al Ministro le cortó un dedo dela mano enq tenia un anillo de
brillantes y se guardó conél.
Alas cinco dela mañana del día seis de Junio, el
Coronel Bidaurre hizo desplegar el Regimiento en Batalla apollando la cabeza en
el camino real y cola hácia la cima del cérro y hizo prorrumpir un viva alos
libres por todo el Rejto., formándose en seguida columna cerrada y dijo el
Coronel “son las cinco y vamos adentro del Puerto, es de advertir que el Rejto.
tenía como 800 reclutas, y mandó columnas del frente, y al llegar ala
Cabritería los enemigos no hacian un fuego graneado como igualmente los buques
que con anticipación estaban enla embocadura de ese lugar. El Rejimiento graneaba el fuego como era
consiguiente la 1.a mitad; pero todas las demás hacian fuego formandose una
confucion en todas las mitades, detal suerte q se declararon en derrota la
mayor parte de éstas, teniendo los beteranos que contener ese desbande atrabezando
los fuciles para contenerlos, pero no era posible; sosteniendo el fuego los
beteranos hasta cerca delas ocho de ese día persiguiendonos unas lanchas
cañoneras que hacían fuego hacía donde nosotros ivamos huyendo. Como 200 hombres no juntamos y marchamos
juntos hasta el alto de Reñaca donde venia en persecucion nuestra la caballeria
de Junin con infantes ala grupa: Allí nos paramos nos acompañaba un Alferes
Arrizaga, el cual nos dijo “toda resistencia es inutil” supongamonos que derrotemos esta fuerza no
sacáremos nada, yó soy de parecer que escapemos como podamos”, y de allí se
disolvieron todos, tomando el camino que cada cual nos pareció.
El sargento primero Espinosa que fue quien hizo
tirarle al Ministro los primeros tiros, este se presentó el año 58 para ir al
Perú en la segunda espedición, y no faltó quien divulgara aéste el crimen
cometido contra el Ministro, inmediatamente y puesto en Cápilla lo fusilaron.
El Ministro Don Diego Portales era de un cuerpo
alto y derecho, muy blanco, nariz larga y afilada, ojos grandes azules y su
mirada penetrante, frente muy despejada, vestía siempre de negro y sombrero del
idem.
José Esteban Gutierrez
(1)
Fuente: “Revista del domingo” de “El Mercurio”, 7 de junio de 1981.