Gracias a la gentileza del departamento municipal encargado de las comunicaciones, la cultura y el turismo pudimos leer el libro “La Sociabilidad de Quillota entre 1870 y 1930” (octubre de 2011), de la autoría del profesor de Historia e investigador Pablo Montero (1972).
El núcleo del texto de 118 noticiosas páginas (con 14 interesantes fotografías) son sus cuatro capítulos, precedidos de la introducción y finalizados por un comentario general.
El estudio aborda las formas de sociabilidad nacidas en Quillota y su ideario .Está inspirado en sendos libros de los historiadores Cristián Gazmuri y Fernando Silva que estudiaron el tema a nivel nacional.
El primer capítulo trata de los clubes, sociedades filantrópicas y asociaciones de oficios entre 1870 y 1891. El siguiente informa sobre los centros de reunión, las organizaciones altruistas y las actividades de los partidos políticos entre 1891 y 1920. Las asociaciones de masones y rotarios entre 1925 – 1930, es el asunto del penúltimo. Y el cuarto estudia los vínculos entre artesanos, masones, radicales, bomberos, scouts y rotarios.
Un valioso apoyo tuvo el autor en los entrañables amigos de los investigadores que son los periódicos locales: “El Pueblo de Quillota”, “El Quillotano” y “El Correo de Quillota”. 62 ejemplares de estas publicaciones utilizó Montero, que también citó los libros de los autores quillotanos Gustavo Boldrini Pardo y el que suscribe esta nota: “Quillota. Una relación personal (1988) y “Quillota: sus escritores, su pasado y su gente” (1989), respectivamente.
Varios son los personajes, entre otros, que en las páginas de la obra, por diversos motivos, nos llamaron la atención: José Nicolás Morán, activísimo político liberal; el sastre Ricardo Jara, líder del Partido Democrático; algunos militantes del Partido Liberal Democrático (balmacedista) como Ambrosio Valdés Carrera; el conservador Teodosio S. Figueroa L.; los profesores: Rafael Cavada Ricardes (rector del Liceo de Hombres y literato), Luís de la Cruz González, (radical, masón y bombero), y don Pedro Pablo Parra Pacheco (lo conocimos en el Liceo cuando él era una leyenda viviente).
En brevísima síntesis, un libro que debe ser leído y releído.
Ojalá que el joven Pablo Montero pueda concretar las obras históricas que tiene en mente.