Reproducción
de un daguerrotipo tomado en Valparaíso 1850-1853
por William. G. Helsby.
por William. G. Helsby.
Hace
158 años, en 1855, se alejó definitivamente de Chile, después de residir en
Valparaíso desde 1844, salvo un corto intervalo inicial, el inmortal tucumano
Juan Bautista Alberdi.
En
nuestra Biblioteca Pública de Quillota, leímos el extenso e informativo prólogo
de la obra “Epistolario” (1855-1881), edición al cuidado de don Alfonso Bulnes,
que en sus más de 700 páginas contiene 429 cartas escritas por Alberdi a su
amigo el médico mendocino don Francisco Javier Villanueva que había llegado a
Chile en 1836.
En
una líneas del prólogo, el señor Bulnes aclara la vinculación de Alberdi con
Quillota. Leamos: “Ha sido un error frecuente entre los admiradores del
jurisconsulto argentino situar en Quillota, y no en Valparaíso, la casaquinta
que fue su residencia estable en Chile.
Gran parte del error proviene de las cartas sobre la libertad de la Prensa, fechadas en la
primeramente nombrada de estas ciudades, y muchas veces aludidas como las
“Cartas quillotanas”.
“La
verdadera casaquinta de Alberdi forma hoy parte del edificio del Seminario de
San Rafael, que abre sus puertas en Valparaíso hacia lo que antes fue el Camino
de las Delicias, nombre usual en tiempos del publicista propietario”.
La
quinta de Quillota, que estaba ubicada en calle Carrera, donde Alberdi escribió
sus “Cartas quillotanas”, pertenecía en esos años “a otros argentino ilustre,
amigo suyo y ocupante habitual de ella, don Mariano E. de Sarratea”.
Recordamos
esta personalidad del siglo XIX porque como anota Alfonso Bulnes al referirse a
las obras de Alberdi escritas en nuestro país, “dos a lo menos de tales
trabajos levantan a Alberdi como una cima indiscutible del pensamiento
americano del siglo en que vivió: las “Bases” y las “Cartas sobre la Prensa”.
NE: Artículo publicado originalmente en 1989
NE: Artículo publicado originalmente en 1989