La lectura de los capítulos pertinentes de la monografía de Manuel Torres Marín “Los de Nordenflycht” (Editorial Andrés Bello, julio de 1986) me ha permitido completar mis informaciones sobre Constanza, Augusto y Horacio Nordenflycht.
El nombre de María Constanza de Nordenflycht y Cortés, nacida en Lima en 1808, se conoce en la Historia de Chile por haber dado a Diego Portales tres hijos: Rosalía (1824), Ricardo (1826) y Juan (1833). Todo empezó cuando en enero de 1824 se conocieron la bella joven, que vivía en Santiago con sus tías, y el atractivo comerciante viudo, y finalizó 13 años después, durante 1837, con la muerte de ambos. Ella falleció un mes y medio después del fusilamiento del ministro.
Los padres de Constanza fueron el sabio Barón sueco Timoteo de Nordenflycht, quien llegó a América contratado por el Rey de España con el fin de organizar en Lima una Escuela del Ingenieros de Minas, y la dama santiaguina, residente en la misma ciudad, María Josefa Cortés y Azúa.
Circunstancia patrimoniales y familiares vinculan a Constanza Nordenflycht con Quillota, a saber: Al morir, sus propiedades consistían en sus derechos a una parte de la hacienda “La Palma”, situada en nuestro valle. Después dela partición de los bienes de sus abuelos maternos, sus hijos heredaron la Hijuela Nº5.
Su tío, el general don Eugenio Cortés y Azúa, almirante de México y edecán del emperador Iturbide (en 1822-23), cuya personalidad quedó en las páginas de la historia americana por sus servicios prestados a la causa de la Independencia de Perú y México, regresó a Chile en 1835. Fue dueño de la Hijuela Nº1 de “La Palma”.
También, un hermano de Constanza Dionisio se radicó en nuestra ciudad. Fue propietario de la hijuela más grande de la citada hacienda, la Nº3, hoy fundó “Santa Teresa” y falleció en Purutún (Hijuelas) en 1859.
Sobre los hijos de Dionisio, llamados Augusto y Horacio Nordenflycht Prieto, consignaremos lo siguiente:
Estos inquietos hijos de la antigua provincia de Valparaíso siguieron la carrera de las armas como su tío abuelo Eugenio Cortés y su padre.
Gracias al historiador Hernández Cornejo, sabemos que estos jóvenes colaboraron con los patriotas mexicanos durante la invasión de México por el emperador francés Napoleón III, participando en la defensa de la ciudad de Puebla el 5 de mayo de 1862. “Los hermanos Nordenflycht, guerrilleros valientes y estratégicos, fueron el terror de los franceses”, decía una publicación mexicana de la época.
El mismo autor nos informa que en 1865 y 1866, años de la guerra de Chile con España, fueron sargentos mayores de artillería. En 1867, abandonaron su carrera por la minería y en 1874 trabajaban en el mineral boliviano de plata de Caracoles.
A principios de 1879, cuando estalla la Guerra del Pacífico, los encontramos dedicados a la agricultura en nuestra ciudad y, según Francisco A. Figueroa, “abandonaron todas sus comodidades para ofrecer sus servicios en defensa de la patria”.
Augusto Nordenflycht fue capitán del “Lautaro” en mayo del 79, en noviembre del mismo año solicitó sin éxito con varios otros vecinos de nuestra ciudad la organización de un escuadrón movilizado de caballería que llevaría el nombre de Carabineros de Quillota, y, por último, murió heroicamente a los 43 años en la batalla de Miraflores el 15 de enero de 1881 como capitán ayudante del regimiento “Aconcagua”.
Vicuña Mackenna lo incluyó en su obra “Álbum de la Gloria de Chile” donde traza las biografías de los soldados y marino que se destacaron en la Guerra del Pacífico.
“Horacio Nordenflycht _ anota Torres Marín_ sirvió también en el Ejército desde el mes de mayo de 1879, como capitán ayudante del batallón movilizado “Valdivia”, con el cual hizo toda la campaña de Lima, inclusive las batallas de Chorrillos y Miraflores… Contrajo matrimonio el 22 de julio d e1886 con Amalia Dueñas Latus, de Quillota, con quien procreó varios hijos”.
Bisnieto de don Horacio es el profesor del Instituto de Literatura de la Universidad Católica de Valparaíso Dr. Adolfo de Nordenflycht Bresky.
