jueves, 7 de agosto de 2014

Fortalezas y debilidades de las Escuelas Normales




En una  nota  anterior mencionamos al profesor quillotano José María Muñoz Hermosilla (nacido en 1856) que  estudió  en  la Escuela Normal de Preceptores de Santiago, titulándose en 1881. Integrante del primer  grupo de normalistas enviados a estudiar a Europa (Suiza y Alemania) desde 1884 a 1888. Fue  director de  una  escuela pública en Quillota, redactor  del periódico  “El Correo de Quillota”, subdirector de la  Normal santiaguina y director  de la  Normal de Valdivia. En  1896 publicó los  dos volúmenes  de su “Metodología de la  historia” y  en 1918 “Historia   elemental de la  pedagogía chilena”.


Ahora recordamos a José María Muñoz, ya  que  el  profesor  e investigador Iván Núñez Prieto, autor  de importantes  trabajos, en un artículo sobre  la historia  de las  Normales (de la revista “Docencia” del Colegio de Profesores) lo nombra  como uno  de  los  autores del siglo XX  que  dan  visiones no apologéticas o  críticas sobre  el  desarrollo de las  Escuelas Normales, junto  a Darío  Salas , Eduvigis Muñoz, Carlos Sepúlveda  Leyton, entre otros. Este  último hace una “impactante  critica”, según  Núñez, en su  novela  “La fábrica” (1935). Sepúlveda era  normalista y  dirigente  gremial.


Iván Núñez en  su  texto, del  año 2010, distingue  las  siguientes  fases:


1.-) Una  pre-historia de carencia  (antes de 1842).


2- ) El primer  esfuerzo de profesionalización (1842 a 1885).


Hasta 1885, la dimensión  pedagógica fue la pariente  pobre de la formación normalista” (pág. 34).


En 1854  se  funda  la  primera Escuela Normal de  Preceptoras.


3.-) El desarrollo del  modelo  reformado de  escuelas  normales (1885 – 1928).


La  pedagogía  que  se  introdujo en las  normales fue  encontrada por José A. Núñez y Valentín Letelier en Alemania  y Suiza…” (p.36).


En  los  años del Centenario (1910) hubo  20  escuelas  normales  estatales. En Limache existió una  entre  1906 Y 1927.


Idoneidad (instrucción) y moralidad (disciplinamiento) como conceptos y prácticas que  daban  sello a  la  formación normalista” (p37)


Rasgo de  todo  el siglo XX.


4.-) Lenta erosión del  modelo (1929 – 1967).


Como principal  prueba de la  crisis de las  políticas  estatales  para el  normalismo está  un hecho  público y  notorio:  al  momento de  dar  el  gran  salto expansivo de 1965, las normales  no  estaban  produciendo  el “stock” necesario de  maestros, ni  podían  responder sino  con  reformas que  significaban el  abandono  del  modelo iniciado en  1885, repudiado  en 1928 y  reiniciado  en  1929. La  solución  pasó  por  la recordada política de formación  acelerada de  maestros /as  conocida  como  los  profesores “Marmicoc” (imagen  de  cocinados  velozmente en ollas  a presión de  dicha  marca” (p38).


Durante  el gobierno de  Eduardo  Frei Montalva.


5.-) El abandono  del  modelo (1967 – 1973).


Las  normales  pasaron de  ser  instituciones post-primarias a instituciones post  secundarias  de  educación  superior no  universitaria.


Lo  ordenado  por  Pinochet en  1973 sería  la  final paletada de tierra” (p39).


6.-) Luces  y sombras en la  historia de las  normales.


Las  escuelas  normales  fueron una  construcción institucional  lenta pero  persistente y cumplieron honorablemente una  misión  formativa de  acuerdo a los cánones  y posibilidades de la época”… “A lo  largo de 132  años… aportaron  significativamente a la  construcción y fortalecimiento de la República” ((p.39).


En  otro  valioso  artículo de Iván Núñez (también del  año 2010)  se  consigna  que “Poco se  ha  estudiado el  ciclo  largo del  conjunto de  las  escuelas normales. Persiste  en  la  memoria colectiva   una  imagen  que  más  bien corresponde a  la  de los  años 30   al  50  del  siglo recién  pasado


(La laboriosa  búsqueda de  textos  alusivos al  tema de Gladys Marcela Poblete nos  ha  permitido informarnos).