El profesor de
Castellano, doctor en Filología Hispánica, escritor, crítico, cronista e
investigador literario Manuel Peña Muñoz, nacido en Valparaíso en la década del
50, junto con Sergio Meier Frei, han sido los dos más renombrados integrantes
del Círculo Literario de Quillota de los años 80, dirigido por la escritora
Lucía Lezaeta, participando con sus creaciones en la Revista del Círculo, que
aparecía por aquellos años.
Con el paso del
tiempo Manuel Peña se abocó a la investigación
literaria transformándose en un erudito del tema, logrando ser
reconocido a nivel internacional, dictando conferencias en España y en casi
todos los países Latinoamericanos. Por otra parte Sergio Meier, continuó con la
ficción logrando un nombre por sus novelas, en el género de ciencia ficción y
el subgénero Steampunk.
El primer libro que Manuel Peña Muñoz publicó, con una tirada de 500 ejemplares, fue una colección de cinco cuentos que toma el título del primero: "Dorada Locura" (1978), en la imprenta del Diario El Observador de Quillota, cuyo prólogo fue escrito por María Luisa Bombal, quien los definió como: "cuentos de encantos e historias de caprichos protagonizados por seres puros, tristes, solos y extravagantes".
El interés de Peña Muñoz, según el mismo relata, por la literatura infantil se originó en España, cuando tiene el privilegio de asistir a cursos que dictaba la especialista Carmen Bravo Villasante.
El primer libro que Manuel Peña Muñoz publicó, con una tirada de 500 ejemplares, fue una colección de cinco cuentos que toma el título del primero: "Dorada Locura" (1978), en la imprenta del Diario El Observador de Quillota, cuyo prólogo fue escrito por María Luisa Bombal, quien los definió como: "cuentos de encantos e historias de caprichos protagonizados por seres puros, tristes, solos y extravagantes".
El interés de Peña Muñoz, según el mismo relata, por la literatura infantil se originó en España, cuando tiene el privilegio de asistir a cursos que dictaba la especialista Carmen Bravo Villasante.
Dentro de sus obras podemos nombrar: “El niño del pasaje” (1989), “María Carlota y Millaqueo” (1991), “El Collar de Perlas Negras” (1994), “Un Ángel me sopló al Oído” (1995),la antología de cuentos “Por qué lloran los sauces”(1995), "El hacedor de juguetes" (2005), "Talismanes para el fin del mundo" (2003), "La mujer de los labios rojos" (2002), "Los niños de la Cruz del Sur" (2006), "Las visitas del hada Escarlata" (2008), "Del pellejo de una pulga y otros versos para jugar" (2009).
Algunos premios
que se le han otorgado son el Premio Municipal de Valparaíso en 1997, el Premio
de Novela Gran Angular por su novela “Mágico Sur”, Premio Ediciones SM España, Premio Concurso
Literario “Oscar Castro”, Rancagua (1999).
Cabe mencionar
también sobre Peña Muñoz, su destacada
labor como columnista durante 15 años en el suplemento “Artes y Letras” de El
Mercurio y como colaborador en la revista “Mapocho”, revista fundada por el
Director de Bibliotecas, Archivos y Museos, en el año 1963, que hasta la fecha
es editada semestralmente.
Sin embargo, Peña
Muñoz es en el campo de la investigación donde logra mayor renombre, como
habíamos ya mencionado. Por lo que hoy
se le considera el mayor exponente de esta área, la Literatura Infantil,
con su libro “Historia de la Literatura Infantil Chilena” (1983), de la editorial
Andrés Bello, que es un referente para cualquiera que comience o desee
profundizar en este campo.
En este libro, no
sólo plantea la siempre presente pregunta, ¿qué es literatura infantil?,
pregunta que hoy por hoy, cobra una vez más relevancia frente a los libros de
“autoayuda” infantil o los también denominados material complementario, los
cuales confunden el arte, que es la literatura, con lo que simplemente se
podría denominar material de apoyo docente.
Además, el libro también nos entrega un vasto recorrido por todas las
formas y nombres que han sido parte del desarrollo de este género literario en
el país.
Destacable dentro
de este libro, es la importancia que otorga a la narración oral, la cual él
denomina “magia”, considerando que sin este tipo de narraciones la infancia
estaría deficitaria de un componente que luego es el esencial en la obra
escrita: el poder de maravillarnos. Sin
este poder, sin esta atracción sobre lo narrado, la literatura, oral o escrita,
no logrará formar, al lector afanoso y ávido de historias, que se necesitará
para crear un sujeto con hábito lector.
También, es digno
de mencionar, el capítulo abocado a los orígenes de la literatura infantil,
durante el siglo XIX, en el cual se recuerda que lo literario se entremezcla con lo
pedagógico, tanto así que es imposible nombrar uno sin sacar a relucir lo
otro. Es por esto que los primeros
silabarios y sus antecesores las cartillas, son tan recordados incluso hoy por
todo aquel que aprendió a leer con este método.
Es indudable que la infancia, mezclada con el esfuerzo del proceso de
lecto-escritura, adornen esas pequeñas lecturas, que cada uno recuerda con
mayor o menor romanticismo, creando un todo enmarañado en donde literatura,
escolaridad e infancia sean un todo indivisible.
Junto con esto,
podemos con este libro recordar a “El Peneca”, admirarnos con Elvira Santa Cruz
Ossa (Roxane) y Henriette Morvan (Damita Duende), y a través de ellas, ver una
vez más que esto del liderazgo femenino no es algo propio sólo de estos tiempos
como muchos nos quieren hacer creer. También, podremos entender quién era Juan
Esparraguito, y por qué es tan bien valorado por los coleccionistas, volver
también a escuchar los nombres de Marta Brunet y su encantadora obra “Cuentos
para Marisol”, Alicia Morel, Hernán del Solar, Ernesto Montenegro, Marcela
Paz. Enterarnos de cómo Mario Silva
Ossa (Coré) comenzò a trabajar en “El Peneca” supo ganarse con su talento
inigualable un lugar y así llegar a ser considerado como uno de los mejores
ilustradores, entre otras muchas anécdotas y datos que matizan este libro.
Pero la “Historia
de la Literatura
Infantil Chilena”, no es el único libro, abocado al tema,
dentro de este ámbito también se pueden mencionar:
- "Para saber y cantar, el libro del folklore infantil chileno” (1983)
- "Folklore infantil en la educación” (1994)
- "Alas para la Infancia, Fundamentos de Literatura Infantil” (1995)
- "Había una vez América" (1997)
- "Lima, limita, limón. Folklore Infantil iberoamericano” (1998)
- "Juguemos al hilo de oro" (1999)
- "Historia de la Literatura Infantil en América Latina" (2009)
- "Teoría de la Literatura Infantil y Juvenil" (2010)
- "Análisis de clásicos latinoamericanos de la literatura infantil y juvenil" (2012)
Del trabajo más
reciente, de Peña Muñoz, mencionaremos la recopilación de cuatro cuentos
clásicos infantiles escritos en los años 20 por Gabriela Mistral. Dicha
investigación da como fruto, cuatro libros ilustrados, publicados por la Editorial Amanuta
en el año 2012, trabajo sobre el cual retomaremos en una próxima nota.
Marcela
Poblete Cruz
Diplomada en Fomento de la Lectura y Literatura
Infantil y Juvenil
Pontificia Univ. Católica de Chile
Diplomada en Fomento de la Lectura y Literatura
Infantil y Juvenil
Pontificia Univ. Católica de Chile