martes, 14 de abril de 2015

Recordando a tres personajes olvidados


Quillota es  el importante, para nosotros, común denominador vital de los personajes vinculados a nuestra  ciudad objetos de esta nota. Entregaremos  algunos  datos biográficos  basados en textos, muy interesantes, que nos  han proporcionado últimamente.


Ambrosio Valdés Carrera, nacido en Santiago en 1843, era nieto de  José Miguel Carrera, padre de Javiera Carrera Fontecilla. Al iniciarse la guerra civil de 1891 el Presidente Balmaceda lo designó  gobernador del departamento de Quillota donde Valdés poseía  dos  fundos, uno de ellos  “El  Grillo”. “Allí – anota el  periodista Juan Arellano (1) – organizó  con  toda serenidad i acierto la defensa del  departamento, construyendo caminos  a  la  costa, estableciendo postas de caballos para  facilitar  las comunicaciones, i colocando telégrafos desde Quillota, a las  Caletas más importantes”.

“Mantuvo  con recursos propios…, un destacamento permanente, destinado a  resguardar esos puntos”.

Después de la derrota de los balmacedistas  sus  dos  fundos fueron asolados por completo y  la gobernación saqueada.

Sobreponiéndose  a la  derrota y a las  pérdidas materiales, Valdés Carrera encabezó  el  partido  liberal  democrático o balmacedista en el departamento y, con el  seudónimo de Amvalca, expresó  su  pensamiento en el  periódico  “El Correo de Quillota”. En 1898  fue  gobernador de Coquimbo.

Valdés, también,  es  autor de biografías  de Manuel Rodríguez, Ramón Freire, Blanco  Encalada y Prieto, y de opúsculos genealógicos.


El segundo de nuestros  personajes, Luís Alberto Garín Ávila, nació en Cauquenes el  30 de abril de 1863, hermano del capitán de navío balmacedista  Emilio J. Garín. El trágico vínculo del comandante  Garín con Quillota es su asesinato a  principios de septiembre de 1891, tras  el triunfo de las  fuerzas  anti balmacedistas. Aníbal Bravo K. nos informa (2): “El teniente  coronel don Luís  Alberto Garín, 2º jefe del regimiento Húsares de Santiago fue  también  hecho prisionero; y trasladado a Quillota fue llevado al cuartel de Pisagua Nº3 y sin ningún proceso  fue  ultimado a balazos cerca de la plazuela de la Recova”.  (6 de septiembre).

En un importante  y apasionado folleto de 1894 sobre los asesinatos del ministro Aldunate         Solar y  de los  comandantes  Villota y Garín, el capitán  ayudante Carlos Baeza Yávar afirma que  Garín falleció  en la noche del  4 de septiembre (3). ¡Tarea para investigadores!

Al capitán Baeza lo   salvó de la muerte un pariente  lejano, médico de ciudad de Quillota, Joaquín Iglesias  Baeza, presidente de la  junta opositora de Quillota, fallecido  ocho  días después.

Garín  participó  en casi  toda  las  batallas de la Guerra del Pacífico, incluidas  Huamachuco, Chorrillos y Miraflores.

Newman firmaba como Franzisco Enrrikez

Con Carlos Newman  Andonaegui (Santiago, 1862-Viña del Mar, 1928) pasamos  de la  muerte  a la vida, del  odio  al  saber. Este hombre  de ciencia, filólogo, erudito, discípulo y admirador de Charles Darwin y Herbert Spencer, fue propietario de la Finca de Andonaegui, ubicada en calle Serrano Nº29 de Quillota, donde  vivió y  editó libros. Con su  amigo quillotano Carlos Cabezón fueron introductores de la ortografía racional o fonética desde 1892, que por ejemplo, reemplazaba las  letras c, q por la k y la r por la rr: finka, Killota, Karlos Kabezón, rracional, Enrriquez. Newman y Cabezón estaban insertos en “un cierto movimiento neográfico de ramificaciones internacionales” (4).
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Nuestro personaje  estudió en el  Colegio de Los Padres Franceses y  en  el Liceo de Valparaíso. Como autodidacta, Química, Matemáticas, griego, latín, inglés, alemán y francés. Leía y hablaba los  tres últimos.

“El querido e  inolvidable profesor”, persona acaudalada, era, además, un filántropo. Fue un generoso protector de la “Revista chilena de Historia Natural” (5).

Su viuda, Paulina Bernard, donó su valiosa y nutrida biblioteca a la Universidad de Chile.


1) “Los periodistas de la Democracia ante la Historia”, Juan Arellano i Yecorát, Biblioteca de la Juventud, Imprenta Vicuña Mackenna, 1894.
2) “La revolución de 1891: relación histórica en vista de los partes oficiales, documentos de la época, y datos recogidos personalmente”, Aníbal Bravo K., Santiago, 1946.
3) “Páginas de Sangre de la Revolución de 1891”, Carlos Baeza Yávar, Buenos Aires, 1894.
4) “Tradukzión i rrebelión ortográfika”, Gertrudis Payàs, Universidad Católica de Temuco, Chile en TRANS. Revista de Traductología, Universidad de Málaga, número 12, Dossier pp 14 -28, 2008.
5) Así se consigna en la Nota Obituaria contenida en la Revista Chilena de Historia Natural, 1928.