miércoles, 15 de abril de 2015

Sorpresas históricas quillotanas

Procesión del Pelícano Plaza de Quillota. Revista Semanal Ilustrada "Luz y Sombra" 12 de mayo de 1900.

No pocas veces  la lectura de textos relacionados con nuestra ciudad nos entrega informaciones dignas de investigar. He aquí algunas.

En una carta, escrita en Ocoa el 15 de junio de 1837, doce día después del apresamiento de Diego Portales en la plaza  de Quillota, José Rafael Echeverría cuenta a un amigo santiaguino “que el señor Uribe, Vicario Castrense y el señor Ortiz, Capellán del Ejército, han sido los peores, pues iban exortando a la tropa para que pelease lo mejor posible, y Ortiz se puso á la cabeza del cuerpo la tarde de la revolución, pidiendo á gritos se fusilase á Portales, que hasta los mismos oficiales se escandalizaban.”

El  primero de los nombrados, Juan José Uribe Rivas (1787 – 1857), Vicario General Castrense del Ejército Restaurador, fue un sacerdote patriota, electo diputado en 1823.

Poco sabemos del quillotano, José Esteban Gutiérrez. En una nota anterior contamos  que fue testigo presencial del Motín de Quillota y del tiranicidio de Portales. Ahora,  damos a conocer que combatió, como sargento del segundo batallón Aconcagua, el 20  de enero de 1839, en la batalla de Yungay contra las tropas de  la Confederación peruano-boliviana, dejando un relato, inédito hasta 1985, publicado en “El Mercurio”. Sería interesante conocer  el texto completo del documento ya que la segunda  expedición de la guerra se  inició el 7 de agosto de 1838, con la participación de Gutiérrez.

En su libro “Reminiscencias de un viejo editor” (1889), el inmigrante riojano José Santos Tornero -nacido en 1808 en Viniegra de Abajo-, quien junto a su descendencia se convertiría en referente de la historia de la empresa editorial en Chile; recuerda cariñosamente sus vínculos con Quillota, en especial con la familia de Loreto Fulner Gac,  casa en donde conoció a Carmen Olmos de Aguilera Orrego, quien quedando huérfana desde niña se había criado y educado en la casa de su madrina doña Mercedes Gac de Fulner. “Las prendas personales y morales de la joven quillotana llenaron desde luego mi atencion, y habiendo tenido la suerte de ser correspondido, y aceptado por los parientes y madrina de la interesada, nos unimos en matrimonio el día diez y ocho de Marzo de 1837, veinte y seis meses y rnedio despues de mi llegada a Chile…”

Por su parte, la dama quillotana Loreto Fulner Gac era la hija única del matrimonio conformado por don Enrique Fulner (Foulkner) y doña Mercedes. Su retrato fotográfico se puede encontrar en el Catálogo de Fotografía Patrimonial del Museo Histórico Nacional gracias a la donación de don Federico Sánchez Errázuriz (ver link aquí).  Al padre  ya lo hemos  mencionado y merece una nota aparte. Loreto  se casó con José Vicente Sánchez Bravo de Naveda y tuvieron 12 hijos: Teodoro, Adela, Eulogia, Vicente, Melania, Enrique, Eugenio, Manuel Wenceslao, Mercedes, Ana María, Ignacia, Enriqueta (casada con Joaquín Blest Gana, hermano del escritor). En la nota sobre el  bombardeo de Valparaíso nos referimos a E. Fulner y al matrimonio.

“En 1878 la prensa local denunciaba la  presencia “inmunda y pestilente” de los “huasos”, elogiando por su parte, a la policía que reprimió el “Torbellino de populacho” participante en la procesión. Desde Valparaíso,…, se consideraba la fiesta campesina como un “insulto para la sociedad y la moral”, un “chasco pesado, tan ridículo”.

Estas líneas pertenecen a un lúcido estudio del historiador Maximiliano Salinas sobre el canto a lo divino y religión popular chilenos y aluden a la Procesión del Pelícano y a los periódicos  “El Pueblo de Quillota” y “La Alianza Evangélica” del puerto (1884), publicaciones conservadoras; intolerantes y clasistas, ya que “el pelícano pasó a ser un símbolo religioso de las  masas rurales” desde 1776 a 1906, por 130 años.

Siempre, entre los quillotanos de nacimiento importantes, se ha considerado a Estanislao del Canto (1840-1923), pero al leer el artículo biográfico “El general Estanislao del Canto en la historia de Chile, 1840-1923” del historiador Alejandro San Francisco me encontré con las siguientes palabras: “…había nacido en Talca en 1840, más  tarde se trasladó a Curicó, desde donde emprendió su camino hacia la capital,…”. O sea, ningún vínculo con Quillota. ¡Hay que indagar!          

Para finalizar  esta nota, leamos un telegrama: “A su  Excelencia Benito Mussolini. Roma. Constituyéndose hoy fuerte sección partido Fascista Italiano en Valparaíso, mandamos  a vuestra Excelencia nuestro referente fiel saludo, auspiciando siempre  mejores  destinos de Italia y alabando a nuestro amadísimo Soberano”. La constitución fue el 24 de junio de 1923. Casi un año  después, el 4 de mayo de 1924, se fundó la segunda Sección   Fascista en Chile, bajo  la presidencia del  mayor Alessandro Vaglieco en Quillota.

El principio del fin de la Italia de Mussolini fue el desembarco  aliado en Sicilia en julio de 1943.



Otras fuentes no mencionadas: Revista Chilena de Historia y Geografía, Guillermo de La Cuadra Gormaz y la periodista Lorena Schaffeld. (NE)