domingo, 17 de septiembre de 2017

Quillotanos en la Guerra del Pacífico



Cinco textos de nuestro libro (1989) contienen informaciones relativas a quillotanos que participaron en la guerra contra Perú y Bolivia.

Vial, Cienfuegos, Vicencio, Gutiérrez y La Rivera, formaron el tributo que depositó Quillota en el altar de la Patria” constata el periodista Amador Astudillo en el periódico “El Correo de Quillota” (enero de 1882).  El capitán Pragmacio Vial y el teniente Enrique Vicencio fallecieron después de la batalla de Miraflores (1881), a consecuencia de las heridas recibidas.  Vicencio dejó un diario de campaña.  Refiriéndose al Batallón movilizado “Quillota”, Vicuña Mackenna consigna: “Las bajas del Quillota en Miraflores pasaron de cien en una hora, y antes había perdido, en una escaramuza de Humay, algunos soldados y al valiente capitán don Ricardo Gutiérrez, sargento hercúleo que había sido sargento del “Cazadores a caballo” y comandante de la policía de Quillota”.

Los 600 combatientes del “Quillota” eran comandados por el teniente coronel José Ramón Echeverría Castro (1844-1885) y Francisco A. Figueroa Brito era el subteniente abanderado.  Este último publicó en 1894 el libro “Organización y campaña a Lima del batallón movilizado Quillota”, una cantera de informaciones que clama por investigadores.

No todos los integrantes del mencionado batallón eran quillotanos y muchos quillotanos se incorporaron a otras unidades militares.  Figueroa anota en su obra: “Más de 2.500 quillotanos formaron en los batallones Cazadores del Desierto, Lautaro, Aconcagua, Talca, Chillán, Rengo y otros según consta de documentos existentes en la secretaría de la Comandancia de Armas de este departamento”.  Los hermanos Augusto y Horacio Nordenflycht Prieto fueron dos de ellos.  Augusto fue capitán del “Lautaro”, muriendo a los 43 años en Miraflores como capitán ayudante del regimiento “Aconcagua”, y Horacio fue capitán ayudante del batallón movilizado “Valdivia” con el cual hizo toda la campaña de Lima.

Figueroa recuerda al novelista, historiador y periodista porteño Justo Abel Rosales (1855-1896), que en nuestra ciudad, muy joven, colaboró en el periódico “El Pueblo de Quillota”.  Fue subteniente del “Aconcagua”.

En 1979 se publicó el libro “Dos soldados en la Guerra del Pacífico” que contenía un diario y un epistolario de dos soldados rasos.  Las cartas las envió Abraham Quiroz, desde San Bernardo, donde estaba acantonado el batallón “Cazadores del desierto”, a su padre quillotano Luciano Quiroz.  Recordaba a sus hermanos, parientes, conocidos y a su primo Pascual.

Por un decreto presidencial,  a los dos meses del inicio de la guerra, se creó el regimiento “Esmeralda”, popularmente llamado Regimiento de los Pijes, por la clase social de sus integrantes.  Su comandante, el quillotano Santiago Amengual, tenía un plazo de veinte días para adiestrarlos.

Gracias a la obra “Héroes del silencio.  Los veteranos de la Guerra del Pacífico (1884-1924)”, publicado el año 2009, de Carlos Méndez Notari tenemos informaciones de cuatro veteranos quillotanos lisiados.

El anexo del libro contiene antecedentes de 172 lisiados.

-Hijinio Figueroa – carpintero- “Santiago”- lee y escribe.
-Francisco Reyes- zapatero- “Lautaro”- no lee y escribe.
-Roberto Simpson-comerciante-“Naval de Valparaíso”- lee y escribe.
-Miguel Tapia-abastero- “2º de Línea”- lee y escribe.

Las edades de Reyes, Simpson y Tapia eran, 25, 25 y 27 años, respectivamente.

Belarmino Torres en su trabajo histórico (1957) entrega datos de Agustín Pinochet Ramírez, participante en la contienda entre mayo de 1881 y junio de 1884.  Fue alcalde y regidor de nuestra ciudad.  Menciona también a Abel Arredondo que participó en diversas campañas bélicas. Fue empresario.

Por su parte, Santiago 2º Escuti Orrego (hijo del rector) en una crónica de “El Observador” (mayo de 1978) recuerda el desfile, con motivo del 21 de mayo, de la Sociedad de Veteranos del 79, precedidos por el Orfeón Municipal a los sones de la Canción de Yungay.  Primeros años del siglo pasado.  Algunos nombres: Almirante Juan Oscar Goñi, general Estanislao Del Canto, el escritor Alberto Mauret Caamaño, Carlos Escuti Orrego y Manuel Franke.  Estos dos últimos subtenientes abanderados del Regimiento Atacama.

 “1879” se titula el valioso libro publicado en 1979 por Juan Uribe Echevarría.  De él transcribimos el siguiente poema popular.

El Quillota

Salud, coronas y honores
a los guapos quillotanos
que fueron en Miraflores
verdaderos veteranos.

La tierra de la hermosura
que hace rendidos esclavos,
por una rara ventura
también es tierra de bravos.

Pues bastante está probado
que aquel que nació en Quillota,
sea o no sea soldado
jamás sufre una derrota.

Quizás por ella batalle
Dios, que tan pródigo quiso
hacer de Quillota un valle
recuerdo del Paraíso.