“El alma de Llotaqui
transformada en niebla, aparece cada mañana sobre el río protegiendo el espíritu de Duschindan que está
en el canto de los pájaros y sólo despierta al apuntar el padre sol sus rayos
sobre la tierra"...
“Cuentos de Llotaqui” (1), de Lucía Lezaeta
Mannarelli (2), nos trae a la mente lo que somos aún sin saberlo del
todo, quizás sólo una incertidumbre hecha de una mezcla de razas, de creencias
superpuestas, un olvido entre tanto murmullo civilizador que prometiendo demasiado
finalmente nos dejó sólo un vacío saturado de palabras que ni siquiera son completamente
nuestras.
Nos recuerda que somos una visión inconclusa de un pueblo
que debió esperar tanto para dominar un pedazo de tierra en donde sus riquezas
fueron finalmente su perdición.
Nos recuerda que somos una especie de negación entre el barullo
de una identidad olvidada.
Las tres narraciones: Huachine, Pichiku y Llotaqui, que contempla este libro, equivalen a una pequeña parte de las leyendas que se perdieron, leyendas que un alguien debió seguir contando y heredando de voz en voz, en un intento para entender lo que nos rodea. Ellas nos hablan mezclando palabras que hoy hay que explicarlas, nos hablan de otros tiempos, de otras voces, de la soberbia, de la tan anhelada libertad, y del siempre presente odio, de una tierra sin reyes cuya única certeza es su gran Padre Sol. También, nos hablan de la comunión que nunca debimos perder con la naturaleza, de lo imprescindible que es cada uno de los seres vivos que habitan este mundo, aunque nos hayan repetido una y otra vez que sólo nosotros, los seres humanos, somos valiosos y casi sagrados. Nos hablan de lo que nos falta, de esas otras narraciones que nos darían sentido, para lograr saber, por fin, quiénes somos y de dónde venimos.
En suma, tres narraciones, un intento certero de llenar en
parte ese vacío que debió llamarse, lo nuestro, en un libro parte de una serie,
Presencia
del Mayaca, presencia de un ayer, que nunca debió, al igual que nuestra
identidad, desaparecer.
Marcela Poblete Cruz
(1) “Cuentos de
Llotaqui”, fue publicado en el año 1989, por Ediciones Círculo Literario
Quillota. Pertenece a la serie “Presencia del Mayaca”, volumen V. Ilustrado por
Rene Vidal.